Club Café Compostelana Puerto de la Cruz

Todos los caminos llevan a la Compostelana en Puerto de la Cruz

Dicen que todos los caminos llevan a Roma, pero últimamente, y según un sesgado estudio que hemos hecho entre los perfiles de nuestros contactos de Facebook (ok, boomer), nos ha dado por pensar que a donde realmente llevan es a Santiago de Compostela. El camino inglés, el francés, el primitivo, el portugués… ¡que es que hay uno hasta en Gran Canaria! En esas labores de cambiar el refranero español nos entreteníamos, ideando nuevos caminos en los que expiar nuestros pecados este Año Xacobeo, hasta que acabamos en lo de siempre, porque la cabra tira al monte y nosotros, lo reconocemos, a los bares. Esta afición nuestra por los santos lugares, unida a cierto carácter autocomplaciente y una confesa inclinación por el chiste fácil nos pone en marcha: nuestro camino está en Puerto de la Cruz. La ruta, de Compostelana en Compostelana. Y es que los seis locales de este grupo hostelero en el Puerto bien merecen una peregrinación, tal vez dividida en varios días, que ya no están los cuerpos para mucho alarde.

Han vuelto a rescatar el clásico entre los clásicos, el Dinámico, que tras el abandono que había sufrido en los últimos años, resurge entre las manos del Grupo Compostelana.

El Grupo Compostelana, a pesar de su nombre, es uno de esos que podemos considerar como nuestro. Su propietario, José Rouco, aterrizó en 1981 en Tenerife y paso a paso ha conseguido consolidarse como uno de los ‘fuertes’ de la hostelería tinerfeña. Un dato: de los siete establecimientos del grupo, seis están en Puerto de la Cruz. ¿Capricho? ¿Obsesión? ¿Mecanismos de crecimiento cristalino? La respuesta de Rouco fue tajante: le gusta el Puerto, por un lado y, por otro, ha constatado que tanto el cliente local como el foráneo cuando llega a la ciudad lo que quiere es disfrutar: cócteles, tapas y cañas, almuerzos, cenas… A la luz de los resultados, no nos queda otra que darle la razón. Desde el más antiguo, Compostelana Avenida, hasta el junior, Club café Compostelana, los restaurantes del grupo se sustentan, en un 70%, en el público local. “El turismo es un complemento pero, ahora ha quedado claro, no podemos ni queremos depender de eso. Nuestra oferta está dirigida al vecino del Puerto, en primer lugar y después al del resto de la isla y del archipiélago”. Es lo que vendría a ser empezar la casa por los cimientos, nos da por pensar.

Y ese foco puesto en el público local no deja de aparecer en la conversación: es, según este referente de la hostelería, lo que diferencia los locales del grupo de otros similares, ese “hacer ciudad” y cuidar a la parroquia portuense, que no van a sentirse extranjeros ni en La Cazuela, ni en El Pescador, ni en el Compostelana de la Plaza del Charco. Y lo que es más importante, conociendo la idiosincrasia del vecino: han vuelto a rescatar el clásico entre los clásicos, el Dinámico, que tras el abandono que había sufrido en los últimos años, resurge entre las manos del Grupo Compostelana. “Los vecinos del Puerto recibieron al Club Café Compostelana con ciertas suspicacias, algo normal, por otro lado”. Y es que el Dinámico era casi como un santuario, entraban en una plaza difícil, nunca mejor dicho. (No, no vamos a tirar de tópicos taurinos, aunque nos queman en los dedos). Fue, precisamente la pandemia la que hizo que el portuense redescubriera el espacio y volviera a hacerlo suyo, dándole sentido al mr.wonderfuliano tópico de la crisis y la oportunidad.

Continúa la charla con José Rouco siempre en torno a su clientela, aunque otro trending topic la salpica a cada tanto. Se explaya en la idea en cuanto le damos un poco de pie. “Además de por el espíritu de la gente del Puerto, el Ayuntamiento está haciendo una labor de dinamización importantísima y que todos los que nos dedicamos al sector servicios debemos agradecer. Todos los fines de semana hay alguna actividad y además, son bastante hábiles programando para todos los gustos. Esto nos pone a tiro de muchísimas personas, cada una de su padre y de su madre y cada una con unos intereses y gustos, que salen a la calle a disfrutar de las actividades organizadas por el Ayuntamiento”.

Esta apuesta por el cliente local y regional es lo que les ha permitido sortear esta crisis sanitaria con cierta soltura. Cuando se publique esta entrada ya estarán a full de nuevo, todos los locales abiertos, el personal recuperado de los ERTE salvadores y nuevas contrataciones de extras para los días de más jolgorio. Sus previsiones para este verano en el Puerto de la Cruz y el entusiasmo que muestra nos reconcilian de repente con el mundo. Hablar con Rouco es más que ver la luz al final del túnel, es quedarse deslumbrado por su brillo: el turismo canario en el Puerto sigue aumentando, al tiempo que empiezan a llegar, todavía tímidos, los primeros europeos, sobre todo franceses. Eppur si muove…

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