Street Art puerto de la cruz

El arte, para el que se lo pasea

En el Puerto de la Cruz, como en la Fábula de los tres hermanos, de Silvio Rodríguez, es conveniente andar como el hermano chico, el que más lejos llegó (toma spoiler): una pupila arriba y la otra en el andar. Y es que las calles de la ciudad se han convertido, desde hace unos años, y permítannos el abuso de la expresión, en un museo al aire libre, una muestra de arte urbano que va más allá de los llamativos y espectaculares – atento al horizonte igual – murales que adornan algunas casas de La Ranilla y que pasa también por la intervención en mobiliario urbano, pasos de peatones – atento a cuanto vas a pisar – o desperfectos, grietas, cañerías… en cierta medida, dignificar espacios deteriorados, darle una identidad a esos sitios que algunos llaman los “no-lugares”: muros random, casetas de la luz… La calle es un campo de batalla para el artista.


Pero no se trata de una batalla cualquiera. Se trata, creemos, de algo más profundo que la mera protesta, la rebeldía, la provocación, con toda la alta significación que tienen estos sustantivos. Y es que entendemos que estas obras mínimas tienen, además, un objetivo más importante, quizás el objetivo fundamental del ser humano: la diversión, el disfrute, la sorpresa ¿Acaso hemos venido aquí a hacer otra cosa?

Puerto Street Art está vinculado en sus inicios a uno de los emblemas culturales de la ciudad, el Festival Mueca, aunque no tardó en unirse a la iniciativa otro de los festivales top del Puerto, Periplo


Puerto Street Art está vinculado en sus inicios a uno de los emblemas culturales de la ciudad, el Festival Mueca, aunque no tardó en unirse a la iniciativa otro de los festivales top del Puerto, Periplo, que se sumó al año siguiente a una de las propuestas más llamativas del municipio norteño, un elemento más en el amplio abanico de atractivos turísticos de la ciudad y al mismo tiempo, una manera de redefinir la rehabilitación urbanística. Porque el arte efímero, definitivamente, empieza a tener un papel relevante en el aspecto físico de las ciudades, igual que en sus habitantes y en quienes las visitan: son cada vez más numerosos los artistas que ven en la ciudad la oportunidad de desarrollar vínculos con una audiencia potencial interesada en sus obras, un diálogo activo que interesa no solo a los interlocutores, sino también a instituciones públicas que ven en el arte una herramienta para acercar la ciudad a los ciudadanos, para recuperar el espacio público.


Ro.Ro, Pichi&Avo, Sebas Velasco, Martin Ron, Julieta Serrano… son solo algunos nombres de los muralistas que podemos admirar en un paseo corto un día cualquiera en el Puerto. ¿Y las intervenciones mínimas de las que hablábamos? Es el turno de OakOak, que ha transformado en arte una grieta en una pared, unos cajetines de la luz, unos contenedores de basura o unas tapas de alcantarilla. Y, por supuesto, suyo es el Homer con Donuts, homenaje a la Niña con globos de Banksy sobre el muro del horror de Palestina. 


Es posible que hayas llegado hasta aquí buscando una ruta, una guía de las obras que embellecen las calles de Puerto de la Cruz y, en ese caso, lamentamos decepcionarte, porque no la tenemos. Algunas obras seguirán en su sitio; otras, fieles a su condición, viven ya solo en el recuerdo. En cualquier caso, creemos que lo que te vamos a proporcionar es algo mucho más valioso: una excusa. La búsqueda como pretexto para adoptar en esta isla, de una buena vez, la sana costumbre de ir de cañas, de bar en bar. Salir con arte, lo vamos a llamar. Y que alguien venga a decirnos que eso es trampa.

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